Agustina Bessa-Luís es una de las figuras centrales de las letras europeas. Así lo dejan ver esta veintena de ensayos, que se cuentan entre lo mejor de su literatura. Contemplación cariñosa de la angustia permite adentrarnos en esa confesión tan espontánea, insumisa y provocadora que es su modo de escribir, y que responde, ante todo, a la vehemencia de su pasión escritora.
Si una incomparable novela, La sibila, y los Cuentos impopulares supusieron el descubrimiento en castellano de esta escritora portuguesa, ahora pueden leerse estos ensayos del todo inclasificables. Arrancan de esa densa zona de afectos que es el universo familiar, a la vez que se abren a mundos ajenos. Como como dice la autora, “no hay personas carentes de sentido”: todas son de una inmensa complejidad y cada una de ellas tiene su propia dinastía, como sucede con los reyes.
Este nuevo libro, en su primera parte, contiene una evocación de su juventud literaria y de sus obsesiones. A estas páginas le siguen seis veladas, desbordantes de ingenio, con escritores fundamentales -de Camoens a Kafka, de Dostoyevski a Van Gogh-, donde se evidencia que en todo ser humano existe tanto la “voluntad de ganar” como la “obligación de perder”. La tercera parte gira en torno a las angustias del presente y al valor compensador de la palabra arriesgada: pues solemos ser muy habladores ante lo insignificante y muy silenciosos ante lo que nos asusta.
Con ello, Agustina trata, como siempre, de incomodar y de desengañarnos, aunque también de conmovernos y de mitigar nuestra desazón y nuestros miedos.
Contiene una cronología de Agustina (premio Camoens 2004).
cuatro.ediciones, 2004; trad. de María Bolaños.
La Vanguardia, Cultura/s, 23-6-2004
Revista de la AEN, 2006
La Vanguardia, 8-2-2006 recogido en Rancho las voces. Revista de arte y cultura (México)
— Agustina nace en 1922, cerca de Amarante, de donde procedía la familia paterna. Su abuela materna, que retrató en Los incurables, 1956, era de Zamora. En 1932, la familia se traslada a Oporto, aunque ella estudia en Póvoa de Varzim. Agustina lee la novela popular, los clásicos españoles y muchos autores franceses e ingleses del XVIII, así como el folletín del siglo pasado; y se vuelca además en la Biblia o, por supuesto, en la literatura portuguesa, desde el siglo XVI hasta hoy.
Empezó a escribir muy joven. Se independizó en 1945, y desde 1950 reside en Oporto. Hoy es la figura más original de las letras de su país. Desde 1954, tras aparecer su cuarto libro, La sibila, es considerada ya la otra revelación, además de Pessoa, de la literatura portuguesa. Agustina es una intelectual singularísima, cuya independencia de opinión no le impide estar interesada por la actividad civil de Portugal. De forma natural, ha representado a los escritores portugueses en numerosos encuentros internacionales —así, en Aix-en-Provence (1959), Israel (1973), Roma (1975), Recife (1982)—, o ha dado conferencias en Copenhage, Toronto y Providence así como en diversas ciudades españolas. Ha colaborado desde hace veinte años con el gran cineasta Manoel de Oliveira.
Su obra —mezcla de memorial, imaginación creadora y sutil inteligencia—, consta de varias docenas de títulos, incluyendo también teatro, ensayos y biografías. Muchos de sus libros han sido traducidos a distintos idiomas (en español: La sibila, Dientes de ratón, Cuentos impopulares, Fanny Owen, Sermón de fuego), y constituyen verdaderos hitos de la narrativa actual, por su fuerte capacidad póetica y su original ejercicio reflexivo.
Entre sus escritos posteriores destacan las Memorias laurentinas, 1996, sobre su familia; las novelas: Un perro que sueña, 1997, y La quinta esencia, 1999, sobre Macao. También, dos libros de ensayos: Alegría del mundo, II, 1998, y Contemplación cariñosa de la angustia, 2000; una trilogía narrativa de gran éxito —Joya de familia, El alma de los ricos, Los espacios en blanco (2001-2003)—.
De los últimos años (antes de enfermar gravemente), son: Antes del deshielo, 2004, sobre la Rusia; Locos y amantes, 2005; y su última novela, La ronda de noche, 2006. Apareció, al cumplir ochenta años, O livro de Agustina Bessa-Luís: un libro ilustrado que se detiene en su mundo más personal.