La imagen que hoy nos falta

Pascal Quignard
Título del libro:
La imagen que hoy nos falta
Autor:
Pascal Quignard
Fecha de impresión:
2016
Número de páginas:
100
Precio:
11,50 €
ISBN:
978-84-938566-8

En la vida del hombre hay dos imágenes esenciales que nunca poseerá: la de su origen, la del instante en que fue engendrado, y la de su final. Nunca asistiremos a nuestra muerte. Son imágenes que imaginamos interminablemente. “Hay un aprender que nunca encuentra el conocer, y que es infinito. Ese infinito es mi vida”.

Quignard ahonda en un pequeño puzzle de pinturas antiguas -Medea antes de sacrificar a sus hijos, Aquiles antes de matar a Troilo-, en las que todavía ignoramos la acción que ha de ocurrir. A través de hallazgos y asociaciones etimológicas (Medea-meditar; Troilo-Troya), nos acaba mostrando con el dedo que en toda imagen hay una imagen que falta. El arte busca siempre algo que no está presente.

Quignard muestra que la imagen ve lo que falta, pero también, con su potencia literaria, que la palabra nombra lo que fue. Y así como tras toda biografía concreta está la Historia o tras el nombre propio de cada uno de nosotros hay un antepasado, así tras cada palabra hay una palabra perdida.

Su texto, de 2014, está acompañado aquí por una extensa documentación, año a año, sobre la vida de Quignard: sus decisiones, sus lecturas y la totalidad de sus escritos y proyectos hasta hoy.


flolunaire29 décembre 2014:  Constitué par des conférences et certaines réflexions, Sur l’image qui manque à nos jours présente une réflexion autour du problème de la représentation antique : qu’est-ce que représenter pour un peintre romain, étrusque ou même un peintre des cavernes?
Associant image à langage, le propos se veut tout autant artistique que grammatical car pour Quignard, impossible de comprendre un mode de représentation antique sans connaitre la langue de l’artiste : une condition sine qua non qui fonde le rapport à la représentation.
Un propos qui va se cristalliser autour d’une fresque de Médée qui s’apprête à tuer ses enfants, symbole d’une peinture romaine qui augure l’instant à représenter sans jamais le décrire réellement ; un geste artistique qui figure le futur comme le langage le passé, laissant le trop fugace présent.
Un très beau texte pour tous les amoureux de l’art antique et de la grammaire gréco-latine!
Relacionado:
El lector, Pascal Quignard