Acerca del uno
El UNO existe antes de convertirse en dos. Antes de que la célula se divida en dos, el uno ya está actuando. El uno es un número inmóvil. Un paso es sólo medio movimiento: "Dado que tenemos dos piernas, necesitamos dos pasos o un salto para movernos desde una posición a la siguiente. El uno es un número frecuente en nuestros cuerpos en forma de partes fijas. Nos contamos a nosotros mismos como unidades, pero sería mejor considerarnos mitades o mitades de un par si tenemos en cuenta que nuestros órganos reproductivos sólo funcionan en el encuentro de la otra mitad. El uno como potencia es punto, ya que no puede prolongarse como una línea, pero permanece como la eternidad. El uno busca constantemente el estado del cero o del dos. El uno sólo es móvil en el proceso de hacerse dos. Para convertirse en móvil, el uno intenta ser dos (sea para el encuentro, sea para la esquizofrenia). Cuando uno se encuentra, se convierte en dos.
Acerca del dos
El DOS es un estado móvil por naturaleza; como en el paso que va: un, dos, un, dos. Se mueve desde una posición a la siguiente. El dos como potencia es línea. Se extiende y, al contrario que el uno, para conseguir la movilidad no necesita desplazarse a otro número. Dos es el estado que sigue a la división de la célula. Mientras que la división es característica del uno, el dos no es división sino unión. Si se divide sólo lo hace como dos números diferentes, independientes entre sí, que pasan a ser dos unos. El dos es un par (no en tanto que números diferentes, sino como número unitario) siempre en busca del estado del uno y del tres. Sin embargo, al ser un compuesto de dos números inmóviles, esta libre de conflicto. Más que hacia el interior, su actividad se proyecta hacia el exterior. Cuando la actividad se manifiesta hacia el interior, estamos de nuevo ante dos números diferentes, independientes, en mutua interacción o hacia el estado del dos. El dos se encuentra en nuestros cuerpos a menudo como par. Al encontrarse, el dos se convierte en uno. Dos es el latido de nuestro corazón. Después del uno y del dos, el resto de los números no son más que combinaciones de ambos, por lo que podemos concluir que, en realidad, no hay más que tres estados numéricos en el mundo: uno, dos y tres, siendo este último combinación de uno y dos.
Acerca del tres
El TRES es un número que no podemos encontrar en nuestros cuerpos, pero sí en la naturaleza que nos rodea (aves con tres dedos, etc.). Yo lo llamo número del tiempo ya que lo empleamos para dividir el tiempo y los días. Cuando el corazón late en tres es cuando supera la velocidad natural. Siempre es uno, dos, uno, dos. Uno de los números de esa repetición se abrevia por la velocidad. Ese es el tres. Ello significa que medimos en el tiempo el número que excede en un latido al latido natural. Así, no debe extrañarnos el que la cultura sufra de aceleración. El mundo disminuirá su velocidad cuando nos deshagamos de los relojes y nos limitemos a seguir los latidos del corazón. El tres es muy rápido y dinámico. En música es muy rítmico, es el vals. Es un ritmo que corre, frente a los del dos o del cuatro, que caminan. El tres como potencia es un punto tridimensional. El tres como número unitario, siempre buscará el estado del dos y el del cuatro. Como en el caso del dos, que funciona muchas veces como dos unos independientes, así el tres puede funcionar como par y uno, o como tres unos independientes, aparte de su funcionamiento como número unitario tres. Cuando funciona como tres unos independientes, se mueve por la separación de células hasta alcanzar el seis. En comparación con el dos, que carece de conflicto interno, el tres es el número de la paradoja básica. El dos, número móvil, y el uno, número inmóvil, existen en unión e igualdad en tres. La paradoja hace que el tres sea extremadamente activo hacia el interior y escasamente activo hacia el exterior. Cuando dos es viajero, tres es remolino (su movimiento es de avance en espiral); cuando tres actúa como uno, es tan inmóvil como el uno; cuando actúa como dos, es tan móvil y activo hacia el exterior como si de un dos se tratara. Al contrario que el dos y el uno, el tres carece de puntos de encuentro, siendo un número de inestabilidad. El tres es un cuatro abreviado. Después del tres, todos los números son combinaciones de estados de uno, dos y tres.
Acerca del cuatro
El CUATRO son dos juegos de doses. Dos pares móviles que, sin embargo, al unirse se convierten en dos juegos de encuentros; la falta de movimiento de avance, los reduce a la inmovilidad. Se corresponde con el 2 y el 8. Tan sólo tiene movilidad cuando funciona como tres y uno, o como dos y uno y uno. No hay rastro de este número en nuestros cuerpos, excepto en forma de dos pares. Espacialmente es un cuadrado y su potencia presenta la cualidad de retorno hacia sí mismo más que la de avance en línea recta - como el dos - o de giro y movimiento de avance en espiral, como el tres.
Cinco
El CINCO es un número celestial. En el cielo aparece sobre todo como puntas de estrellas (aunque como todos sabemos, las puntas de estrellas en realidad no existen), y muy rara vez se da en la tierra. Al contrario de lo que ocurre con el 2 (que tiene 4 y 8), con el 3 (que tiene 6 y 9) y con el uno (que tiene 0 y 2), carece de correspondencia con los otros números. En este sentido es muy similar al 7. En nuestro cuerpo existe tan sólo en manos y pies, como si fuera signo del cielo en nosotros. Las manzanas también tienen cinco semillas. Aquellas partes de nuestro cuerpo en las que el 5 está presente son las únicas con posibilidad de conexión física con las cosas externas al cuerpo. Se convierte así en el número de conexión. Nuestras manos alcanzan cosas y nuestros pies nos conducen a otros lugares. Pero, así como los dedos no funcionan si el pulgar no se mueve en dirección opuesta al resto de los dedos, de la misma manera el cinco será inmóvil a menos que contenga elementos opuestos de uno, dos y tres. Presenta también características de 5 unos, un 2 y 3, y dos 2 y un 1. Los 5 unos, por proceso de división celular se convierten en 10. Adquiere también la posición de uno y cuatro El encuentro en este número es extremadamente difícil. Espacialmente representa el pentágono, una forma compleja.
Seis
El SEIS son dos treses o tres doses. Se corresponde con el tres, pero al poseer los rasgos de los tres doses - que se encuentran y se hacen inmóviles - es algo más moderado en potencia (acción y velocidad) que aquel. Por lo tanto, el seis - un número agradable y moderado - es más número de encuentro que de avance.
Siete
El SIETE es un número conceptual. No se halla en nuestros cuerpos ni en la naturaleza que nos rodea. Yo le llamo el número concepto, o el número de la música, ya que la escala musical se divide en siete (en lo referente al tiempo, sólo lo encontramos en la división de la semana). Como ya hemos dicho, carece como el cinco de correspondencias con los otros números. El siete tiene el estado de siete unos, tres doses y uno, y dos treses y uno. Siete unos implica un estado altamente conceptual y espiritual. Tres doses y uno, no presenta demasiada movilidad. Dos treses y un uno, tienen una alta carga, pero una situación muy complicada.
Ocho
El OCHO es un número que se corresponde con 2 y con 4; pero al contrario que este último, que es bastante inmóvil, el ocho puede tener una alta carga, compleja, pero muy móvil, en estado de dos treses y un par. Carece de la suave movilidad del dos, pero no es tan inmóvil como el cuatro. Es un número muy fuerte. No obstante, en estado de cuatro pares, se hace muy pesado e inmóvil.
Nueve
El NUEVE se corresponde con el 3 y el 6. Es superactivo en estado de tres treses. En cuatro doses y uno, o en nueve unos, funciona como un número de alta carga en todos sus estados. Espacialmente es el número más próximo al círculo, avanzando en espiral.