Dos pasos hacia atrás para que la innovación termine con la pobreza

Sam Daley-Harris
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El paso se ha dado. El 5 de mayo el Tribunal de Apelaciones de la Corte Suprema de Bangladesh acordó que fue justa la expulsión por parte del Banco de Bangladesh, el banco central del país, de Muhammad Yunus, el laureado del Premio Nóbel de la Paz, y el Director del Banco Grameen. El profesor Yunus ocupaba el puesto de Director del Banco Grameen, la institución que fundó hace más de treinta años atrás. El principal abogado del profesor Yunus, el Dr. Kamal Hossain, uno de los abogados más reconocidos en Bangladesh y uno de los redactores de la constitución de ese país, apenas era capaz de ocultar su repugnancia por la orden del Tribunal, cuando dijo: "[Aparentemente] tengo que volver a la universidad para aprender las nuevas leyes constitucionales del Siglo 21".

Este despido no es el único acto realizado por una institución gubernamental, sino hace parte de una campaña premeditada que se inició al nivel más alto con la Primera Ministra Sheikh Hasina. ¿Cuál fue la justificación por el despido del profesor Yunus? Es "demasiado viejo". No importa que a los 70 años de edad, Yunus aún mantenga un riguroso programa o que el Ministro de Finanzas, otro personaje clave en el despido no es de ninguna forma "demasiado viejo" a los 77 años de llevar a cabo las funciones de ese puesto. La excusa sería graciosa si no fuera por el impacto desastroso que la presagia. Lo que hace que la decisión de expulsar al profesor Yunus fuese tan vergonzoso no es que estaría sin un trabajo -cualquier universidad del mundo le daría la bienvenida como un profesor visitante con los brazos abiertos. La tragedia es que está en riesgo la independencia y la integridad de una de las principales instituciones del mundo que lucha contra la pobreza. Dentro de unos meses, las acciones incompetentes por parte del gobierno podrán acabar con el Banco Grameen, una institución única que tomó 35 años en construir con más de 8 millones de prestatarios de microcréditos.

Las acciones del gobierno no pueden ser el producto de las acusaciones que hizo un documentalista danés sobre una transferencia errónea de fondos de ayuda noruegos hace más de doce años porque tanto el gobierno noruego como el comité de revisión de Bangladesh han descubierto que el Banco Grameen no hizo nada mal. No puede ser por causa de la acusación del documentalista de tasas de interés demasiado altas porque Microfinance Transparency y hasta el comité de revisión del mismo gobierno han determinado que Grameen tiene las tasas de interés más bajas en el país. En cambio, la mayoría de los observadores lo ven como una venganza política de la Primera Ministra contra el profesor Yunus que originó de un intento de corta duración de iniciar un partido político en el 2007.

Tenga en cuenta estas innovaciones que el laboratorio contra la pobreza del profesor Yunus ha traído al mundo y lo que se podría perder en el futuro en consecuencia a su expulsión injustificada:

•  En 1976 él le otorgó préstamos de menos de un dólar a cada uno de 42 bengalíes desesperadamente pobres para iniciar o ampliar pequeños negocios - y así nació la revolución del microcrédito que se ha divulgado en todo el mundo. Mientras que otros han visto las microfinanzas como una manera de hacer dinero para los inversionistas, el profesor Yunus nunca se ha desviado de su propósito original para empoderar a los pobres.

•  En 1997, el proyecto Señoras Grameen Phone comenzó a traer la tecnología de teléfonos celulares a distantes aldeas a través de Bangladesh, proporcionando el doble beneficio de la creación de empleos y el aumento de las comunicaciones, lo que mejoró el trabajo de otros.

•  Grameen Shakti, una empresa de energía, ha instalado más de medio millón de sistemas solares domésticos y vendió más de un cuarto de millón de estufas mejoradas.

•  En una empresa conjunta con Danone, el fabricante de yogur con sede en Francia, Grameen Danone está trayendo yogur enriquecido de bajo costo para niños desnutridos en todo el país - y la creación de una oportunidad de negocio para las mujeres pobres que lo venden.

•  Se han entregado becas y préstamos a 180.000 alumnos. Lo más notable, en casi todos los casos es que estos son los hijos de padres analfabetos que han tenido la ayuda del Banco Grameen para romper los lazos de analfabetismo entre las generaciones.

Un gobierno que tan precípitemente y sin piedad expulsa a este dirigente innovador y de liderazgo transformacional, probablemente no es fiable de continuar la labor revolucionaria del profesor Yunus.

Pero el paso ya se ha dado. He aquí una muestra de la voz visionaria que Bangladesh probablemente ha perdido en este acto despreciable del gobierno. Reflexionando sobre la Cumbre del Microcrédito de 1997 el profesor Yunus escribió: "En la enseñanza de la economía aprendí sobre dinero y ahora como jefe de un banco presto dinero. El éxito de nuestra empresa radica en la cantidad de billetes de arrugados que nuestros miembros, que una vez estuvieron hambrientos, ahora tienen en sus manos. Pero el movimiento del microcrédito que se articula en torno, para y con dinero, irónicamente no radica ni tiene su esencia en el dinero. Se trata de ayudar a cada persona a alcanzar su máximo potencial. No se trata de capital en efectivo, se trata de capital humano. El dinero es sólo una herramienta que abre los sueños humanos y ayuda incluso a los más pobres y desafortunados del planeta alcanzar la dignidad, el respeto, y el significado en sus vidas."

 

Sam Daley-Harris es el fundador de la Campaña de la Cumbre de Microcrédito, cuya misión es alcanzar con microcréditos a 175 millones de las familias más pobres www.microcreditsummit.org y de RESULTS que busca crear la voluntad política para acabar con la pobreza www.results.org.