Eliot Weinberger (1949) es uno de los intelectuales más polifacéticos de los Estados Unidos. Ha traducido los ensayos de Borges, la poesía de Paz y Huidobro; ha publicado una antología de poetas norteamericanos desde los cincuenta, introdujo la poesía china clásica en los Estados Unidos y en los ochenta comenzó a desarrollar su propia modalidad del ensayo. Algunos de sus frutos acaban de ser publicados bajo el título Rastros Kármicos (Emecé, 2002). Como ensayista y pensador de su tiempo carga con el peso de tener la razón de su parte: el reciente apagón que dejó a oscuras varias ciudades en USA y Canadá ilumina paradójicamente su más reciente libro, 12-S:Cartas de Nueva York (2003), una mirada testimonial sobre el estado de cosas en su país, la educación, la salud, los servicios públicos, la pobreza. Weinberger define a los Estados Unidos como "la república bananera más grande entre los países industrializados." Traducido a más de 18 idiomas, el pensamiento de Weinberger tiene la virtuosidad, la densidad y la variedad del calidoscopio; milímetros de diferencia bastan para que, al girar, los cristales enmarquen una mirada oblicua. Poco dado a las emociones fuertes, pero perceptivo y sensible, rechaza sin inquietarse lo que considera falsas críticas a sus autores traducidos. "No, es completamente falso que Paz o Huidobro o Borges" fueran conservadores. "Huidobro fue candidato a la presidencia por el Partido Comunista de Chile, estuvo en la Guerra Civil española, fue fundador de periódicos, fue herido como corresponsal en la Segunda Guerra Mundial. Hasta apoyó a los revolucionarios irlandeses... Borges fue un gran antifascista en los años veinte y treinta y también semitófilo, y Octavio fue un escritor comprometido...." Eliot es el intelectual ecléctico por excelencia. No predica ni cree en las plegarias y al mismo tiempo es un convencido de la existencia de un pasaje subterráneo que vincula al mundo más allá de las fronteras: la poesía.
¿El pensamiento de Borges tiene alguna influencia en los Estados Unidos ahora?
Borges tiene muchísima influencia. Es una industria académica por todo el mundo. Pero más allá de lo académico introdujo una nueva forma de lectura en los Estados Unidos. Borges es muy popular entre todos aquellos que tienen la obsesión con los ordenadores porque creen que él se adelantó a Internet con el aleph, que fue un visionario. Pero también es muy popular entre los amantes de la matemáticas.
¿Conoció personalmente a Borges?
Me encontré con él sólo una vez. Estábamos conversando con Octavio Paz en la cafetería del hotel donde Paz se hospedaba y de pronto me pareció ver a Borges en la entrada del café... Oye, Octavio, ¿ése no es Borges?, pregunté. Y era Borges. Por casualidad se había hospedado en el mismo hotel. Entonces se acercó, se sentó y charlamos unas horas. Como siempre, Borges recitó poemas ingleses del siglo diecinueve. Como muchos han dicho, a Borges no le importaba con quién hablaba, sus temas no cambiaban. Siempre dijo que no había leído a poetas más jóvenes que él porque devino ciego. Así que se disculpó con Octavio: Qué lástima, a causa de mi ceguera no pude leerte... Para las obras que no quería leer tenía la explicación de su ceguera, poetas por ejemplo como Vallejo.
¿No le gustaría traducir a Vallejo? También tiene ensayo.
Sí, pero su prosa es más o menos propaganda. El gran problema para los poetas comunistas fue cómo escribir. La respuesta de Neruda fue escribir poemas de propaganda sobre la grandeza de Stalin, por ejemplo. Vallejo encontró una solución mejor: eligió la prosa para escribir propaganda comunista. Por eso su prosa es idéntica a la de cualquier escritor menor comunista de la época, no tiene ninguna identidad. Y escribió la poesía que quería. Por eso sus poemas son grandes poemas.
Se diría que Eliot Weinberger es un poeta que hasta el momento sólo ha escrito ensayo... Sus ensayos son sus poemas. ¿Está de acuerdo?
Sí, escribí poemas en mi juventud, pero ahora escribo ensayos como poemas. Mi interés está en la poesía y trato de escribir con un mínimo de retórica, imágenes vivas. Y también oigo las frases cuando escribo. El ensayo, especialmente en inglés, nunca ha tenido una vanguardia, es un territorio inexplorado, hay pocos ensayos de interés en inglés y todos han sido escritos por poetas. En inglés el ensayo está exactamente en el mismo punto que en el siglo dieciocho.
¿Por qué se traduce?
La traducción es un servicio a la comunidad, ¿no? Pero también es una forma de crítica, de soporte, abre nuevos caminos a la literatura. Uno encuentra un libro maravilloso y siente que quiere hacer todo lo posible para ayudar a ese libro a ser conocido. Si alguien quiere ser escritor la traducción es la mejor manera de aprender a escribir, porque se acerca a la técnica de la escritura sin la dimensión psicológica. En mi adolescencia traduje a muchos poetas latinoamericanos, sobre todo a Octavio Paz, y cuando tenía dieciocho años me encontré con alguien que conocía a Octavio y le dije: "Tengo muchas traducciones de los poemas de Paz en mis cuadernos....". Y él se los mandó a Octavio, que en ese momento era embajador en la India. A Octavio le gustaron mucho y me pidió traducir Águila o sol, pero él no sabía que yo sólo tenía dieciocho años. Fue un shock después, cuando me conoció.
A dos años del 11 de septiembre, ¿está cambiando algo en su país?
Está cambiando mucho y todos los días, porque tenemos el gobierno más radical en toda la historia moderna del país y cada día hay algo en los periódicos más asombroso que ayer. Hay que reconocer que tenemos un gobierno de extrema derecha y que no hay nada parecido en la historia. Incluyendo el gobierno de Bush padre. Este gobierno es la prueba de que los hijos superan a los padres.
Usted es reconocido en Europa y en América Latina, pero en su país bastante menos. ¿Cómo circulan sus ideas en Estados Unidos?
En Estados Unidos publico en pequeñas revistas literarias, pero mis ensayos de tema político se difunden en inglés en Internet. Replican como un virus en la red. Porque Internet es la más importante fuerza de la oposición de los Estados Unidos. Es el foro de la oposición.