Entrevista a Jacques Grinevald

Pierre-François Besson
Los automóviles 'verdes' emanan de una lógica de progreso industrial y de crecimiento y no lograrán curar los males del planeta, sostiene el filósofo Jacques Grinevald. El profesor en el Instituto Universitario de Estudios del Desarrollo y pionero en el movimiento del decrecimiento responde a swissinfo al margen del abierto Salón del Automóvil de Ginebra.

swissinfo :   Los fabricantes de automóviles aumentan cada vez más la oferta de coches 'verdes'. ¿No es peor el remedio que la enfermedad?

Jacques Grinevald:  Su lógica está enfocada en las partes de mercado y en el crecimiento. Las grandes empresas ven posibilidades de abrirse nuevos mercados en los países emergentes. Piensan que se avecinan buenos tiempos, que estamos en el inicio de la era del automóvil.

Aseguran que el modelo X o Y es mucho más limpio, y de esta manera hacen todo lo necesario para evitar que el consumidor no establezca una relación con el cambio climático.

Tengo la sensación de que la industria automovilística hace caso omiso de los grandes problemas que se avecinan: la penuria de crudo -las cantidades son insuficientes para satisfacer la avidez del mundo- y sobre todo el cambio climático, que se acelera y ya nadie lo niega.

Los biocarburantes están al orden del día. Pero es ilusorio e irresponsable hacer creer que todo el mundo se habrá recuperado dentro de veinte o treinta años. Hay que alimentar a la población mundial antes de alimentar los coches y las lujosas necesidades de una minoría (los países ricos). Es una elección que nace de la ética, de la conciencia.


swissinfo: Frente a esta lógica, usted respalda y ha sido uno de los artífices de la idea del decrecimiento. ¿Qué se entiende por decrecimiento?

J.G.:  El decrecimiento es físico. No se trata de una sociedad de decrecimiento, sino de hacer decrecer los flujos de materia y de energía.

Respecto al automóvil, necesitamos coches menos pesados, que consuman menos gasolina, que tengan menos aceleración y que vayan menos rápido (menos desgaste de los vehículos, menos accidentes). El problema es que esto no interesa desde la lógica del crecimiento.


swissinfo: ¿Es realista y aplicable esta idea del decrecimiento?

J.G.:   Personalmente, intento ser coherente con mis ideas. Tengo que admitir que cuando tenía veinte años, me encantaban los coches. Yo soy de la generación del Mini Cooper. A veces sueño con conducir el modelo actual del Mini Cooper, pero me abstengo.

Y recibo no pocas invitaciones. Sin embargo, me niego, por ejemplo, a viajar a Buenos Aires para dar una conferencia de una hora, porque considero que es absurdo.

Algunos jóvenes y también algunos ancianos son conscientes de que nuestra sociedad no es desarrollada, sino excesivamente desarrollada. Es decir, que hemos sobrepasado las capacidades que puede soportar la biosfera.

Esta idea del decrecimiento implica un límite inferior -la miseria o la extrema pobreza- pero también un límite superior - la idea de que hay gente que vive por encima de sus posibilidades, en el sentido ecológico del término.

Se necesita una toma de conciencia, un poco de humildad. Nuestra sociedad occidental, que domina el planeta desde hace varios siglos, se ha convertido en terriblemente arrogante, antropocéntrica. Se trata, pues, de una cuestión de conciencia. Y del sentido que damos a nuestra existencia.

Yo soy docente. Para mí, hay que enfocarse esencialmente en la educación más que en las obligaciones. Hay que evitar caer en un nuevo bolchevismo.


¿En Suiza son contados los defensores del decrecimiento?

J.G.:  En primer lugar, la palabra decrecimiento no es un concepto. Es una cosa retórica que nos permite decir: 'Fíjate, ¿y si saliéramos de la lógica del crecimiento?'

Se trata de un movimiento totalmente minoritario y marginal. Pero, a pesar de todo, es uno de los signos culturales que anuncian lo que va a pasar dentro de diez o veinte años.

En ese movimiento hay ayatolás y otra gente que no se da demasiada importancia. El sentido del humor es un factor esencial.   'La gente seria tiene pocas ideas. La gente con ideas nunca es seria' , dijo Paul Valéry. Me atrevo a afirmar que esa lógica se aplica también al decrecimiento.


swissinfo: ¿Qué diferencia hace usted entre el decrecimiento y un concepto hoy tan omnipresente como es el desarrollo sostenible?

J.G.:  Muchas multinacionales han interpretado el desarrollo sostenible como un crecimiento sostenible,  'ecológicamente bueno' . El problema reside en que el crecimiento económico implica una dimensión física.

En otras palabras: el desarrollo sostenible no cuestiona esta idea de que la riqueza de las naciones es fundamentalmente una riqueza material, en el sentido que la entiende la sociedad industrial.

Entrevista swissinfo: Pierre-François Besson

(Traducción del francés: Belén Couceiro)


 

¿Qué es el decrecimiento?

El decrecimiento lleva a la idea de una reducción voluntaria de las dimensiones del sistema económico, lo que implicará una reducción del PIB.

Sin embargo, el decrecimiento no sólo tiene que ver con un desafío a la centralidad de PIB como el objetivo principal de política, sino que propone un marco para la transición hacia modelos de producción y consumo más reducidos y más sostenibles.

El decrecimiento tiene que ver con encontrar un camino, una transición, a la justicia social, bienestar y sostenibilidad ecológica. Implica una gama de acciones a nivel individual y colectivo, basadas en un cambio de valores y en la democratización de las sociedades.

El decrecimiento tiene que ver con   que sea   la gente, más que la tecnología, quien decida la dirección de la evolución de la sociedad. Tiene que ver, también, con aportar sentido a la vida humana, qué no está asociada   per se   con el consumo ostentoso y con el materialismo


 

Declaración de la Conferencia Paris 2008

  Los participantes en la Conferencia de Decrecimiento Económico para la Sostenibilidad Ecológica y la Equidad Social que tuvo lugar en París el 18 y 19 de Abril del 2008, hacemos la siguiente declaración:

 El crecimiento económico (como incremento del PIB o PNB real) representa un aumento en la producción, consumo e inversión, que busca alcanzar un beneficio económico, donde inevitablemente se necesita un mayor uso en materiales, energía y tierra.

•  A pesar de las mejoras en eficiencia ecológica de la producción y consumo de bienes y servicios, el crecimiento económico global ha originado una mayor extracción de recursos naturales, produciéndose residuos y emisiones.

•  El crecimiento económico global no ha logrado reducir considerablemente la pobreza, debido al intercambio desigual en los mercados comerciales y financieros. Ello que ha causado que se agranden las desigualdades entre países.

•  Como demuestran los principios físicos y ecológicos, existe un eventual límite al crecimiento de la producción y el consumo, así como al crecimiento que las economías nacionales pueden alcanzar sin imponer costes medioambientales y sociales sobre la población y futuras generaciones.

•  La evidencia científica indica que la economía global ha crecido traspasando los límites ecológicos sostenibles, como lo han hecho también muchas economías nacionales, especialmente aquellas pertenecientes a países ricos (principalmente países industrializados en el Norte).

•  También existe una mayor evidencia de que el crecimiento global en producción y consumo es socialmente insostenible e ineconómico (ya que los costes son mayores que los beneficios).

•  Las naciones ricas, al utilizar una parte proporcionalmente mayor de recursos naturales a los que legítimamente le corresponden, están reduciendo el espacio medioambiental a las naciones más pobres, causándoles impactos naturales negativos.

•  Si no respondemos a esta situación encauzando la actividad económica global en línea con la capacidad de nuestros ecosistemas, y redistribuyendo la riqueza e ingresos de forma global para cubrir las necesidades de nuestra sociedad, el resultado será un proceso involuntario e incontrolado de decadencia económica o colapso, con impactos sociales potencialmente serios, especialmente para los más desfavorecidos.

Por tanto hacemos una llamada para que haya un cambio de paradigma, desde la búsqueda ilimitada del crecimiento económico al concepto de "tamaño conveniente" de las economías globales y nacionales.

•  A nivel global, el "tamaño conveniente" significa reducir la huella ecológica (incluyendo la huella del carbón) a un nivel sostenible.

•  En países donde la huella per capita es mayor a la sostenible a nivel global, el tamaño conveniente implica una reducción en este nivel dentro de un marco temporal razonable.

•  En países donde persiste la extrema pobreza, el tamaño conveniente implica aumentar el consumo, con la mayor brevedad posible y de manera sostenible, de aquellos que se encuentran en situación de pobreza. El objetivo es alcanzar un nivel adecuado para una vida decente, siguiendo sendas de reducción de pobreza localmente determinadas, en vez de ser impuestas externamente por políticas de desarrollo.

•  Esto requerirá aumentar la actividad económica en algunos casos, aunque la redistribución de ingresos y riqueza, tanto de manera intraestatal e interestatal, es lo esencial en este proceso.

El cambio de paradigma implica un decrecimiento en las regiones ricas del mundo.

1.       El proceso por el que el "tamaño conveniente" debe ser alcanzado por los países más ricos, y en la economía global en general, es el "decrecimiento".

2.       Definimos decrecimiento como una transición voluntaria a través de una sociedad justa, participativa y ecológicamente sostenible.

3.       Los objetivos del decrecimiento son encontrar las necesidades básicas humanas y asegurar una alta calidad de vida, mientras se reduce el impacto medioambiental de la economía global a un nivel sostenible, equitativamente distribuido entre naciones. Esto no se alcanzará por contracciones económicas involuntarias.

4.       El decrecimiento requerirá una transformación del sistema económico global y de las políticas promovidas y examinadas a nivel nacional, para permitir una reducción y final erradicación de la pobreza absoluta para avanzar, mientras la economía global y las economías nacionales insostenibles decrecen.

5.       Una vez alcanzado el tamaño conveniente a través de un proceso de decrecimiento, el objetivo debe ser mantener un "un estado económico constante" con un nivel de consumo relativamente estable y con algunas fluctuaciones.

6.       En general, el proceso de decrecimiento esta caracterizado por:

•  Un énfasis en la calidad de vida, más que en la cantidad de consumo.

•  El cumplimiento de necesidades básicas para todos.

•  Cambio social basado en un rango de diversas acciones y políticas individuales y colectivas.

•  Una considerable reducción de dependencia en la actividad económica, y un aumento en tiempo libre, actividades no remuneradas, cordialidad, sentimiento de comunidad y sanidad individual y colectiva.

•  Fomento de la autorreflexión, balance creatividad, flexibilidad, diversidad, buena habitabilidad, generosidad y no materialismo.

•  Observación en los principios de equidad, democracia participativa, respeto por los derechos humanos y respeto por las diferencias culturales.

7.       El progreso a partir del decrecimiento requiere pasos intermedios a través de esfuerzos para dominar el concepto de decrecimiento tanto en el debate público y parlamentario, como en las instituciones económicas; el desarrollo de políticas y herramientas para la puesta en práctica del decrecimiento; y el desarrollo de nuevos indicadores no monetarios (incluyendo indicadores subjetivos) para identificar, medir y comparar los beneficios y costes de la actividad económica, con el fin de calcular si los cambios